
Miguel Bosé no solo resurgió, sino que reafirmó su lugar como un fenómeno musical, celebrando la vida con su esperado Importante Tour. Este regreso triunfal a la Ciudad de México fue preparado con meticuloso detalle, aunque se vio brevemente interrumpido por la alerta sísmica casi una hora después de iniciado su concierto en el Auditorio Nacional.Aunque algunos asistentes optaron por salir del recinto, la mayoría permaneció en sus lugares, ovacionando a los artistas en el escenario, quienes se mantuvieron firmes.Con más de 40 años de trayectoria, el cantante y compositor español regresó a los escenarios tras ocho años de ausencia, iniciando su gira el pasado 28 de febrero. A pesar del susto, logró conquistar a 10,000 fieles seguidores en la primera de sus dos presentaciones con entradas agotadas en el Auditorio Nacional. La misma hazaña se repetirá el sábado, con el añadido de que su club de fans prepara una sorpresa en color azul para él, quien considera a México su segunda patria.
El concierto comenzó a las 20:40 horas con la aparición de los músicos y coristas, desatando las primeras ovaciones. Vestido de un brillante blanco, Bosé inició apasionadamente con Mirarte, provocando el delirio del público.Al interpretar Duende, los asistentes se levantaron de sus asientos y cantaron en un emotivo coro. Con su característico estilo y movimientos escénicos, el artista desbordó energía en cada interpretación.Uno de los momentos más memorables llegó con El hijo del Capitán Trueno, un tema dedicado a su padre, el legendario torero Luis Miguel Dominguín, que evocó recuerdos de su autobiografía. Luego, con la inmortal Nena, saludó a su público con emoción:
“¡Buenas noches, México! Cuánto tiempo sin vernos. Son años. Aquí estamos para retomar juntos este viaje que dejamos en pausa, lleno de recuerdos, memorias y emociones que reviviremos con cada canción.”Himnos como Aire soy, Bambú y Este mundo va encendieron la nostalgia y la euforia del público, convirtiendo el concierto en un recorrido por la banda sonora de varias generaciones.Sin embargo, a las 21:19, la alerta sísmica sonó en medio del espectáculo, confundida entre los ritmos de la música. A pesar de ello, los músicos continuaron hasta finalizar Este mundo va, retirándose entre aplausos. Nueve minutos después, el público rompió el silencio con un enérgico ¡Bosé, Bosé, Bosé!, y el escenario, aún a media luz, recibió de vuelta a los artistas. Con Sereno, Bosé retomó el espectáculo.Temas como Solo sí, Hacer por hacer y Como un lobo continuaron con fuerza. Con humor, el artista comentó:
“¡Jamás en la vida me había pasado algo así! No sé si a ustedes. Mañana no se quejen de que esto no ha sido una superchingona producción. ¡Qué momentos! ¿Estamos bien? ¡Vamos con todo!”Demostrando su compromiso con la paz, interpretó Nada particular, seguido de un cambio de vestuario a rojo vibrante para continuar con Olvídame tú y Sevilla. Compartió recuerdos y emociones antes de deleitar con Amiga, Creo en ti, Partisano, Puede que, Morena mía, Si tú no vuelves y Amante bandido, consolidando una vez más su estatus de leyenda musical.El concierto culminó con clásicos como Te amaré, Por ti y Don Diablo, cerrando una noche inolvidable donde Miguel Bosé demostró que su magia sigue intacta.
Credito: La Jordana